El proyecto tecnológico es un procedimiento que utiliza la tecnología para elaborar productos tecnológicos.
A partir del proyecto es posible resolver problemas de manera eficiente y ordenada, desde un encuadre sistémico.
Este procedimiento se vincula fuertemente con el análisis de producto - y pondremos especial énfasis en los aspectos relacionados con la creatividad y el diseño de productos, que constituyen el núcleo central del desarrollo de un proyecto tecnológico.
Si bien no existe una única forma de desarrollar un proyecto, sino tantas como las distintas variantes de organización nos puedan permitir, en todo proyecto hay diferentes etapas ordenadas de distinta manera, entre las que podemos señalar:
- la percepción, la definición y el análisis del problema.
- la alternativas de solución: el diseño.
- la organización del trabajo.
- la construcción de modelos.
- la evaluación del proyecto.
La etapa de definición del PROBLEMA: el primer paso de la solución
Cotidianamente, se nos presentan problemas y necesidades prácticas a las que tenemos que dar solución. El primer paso para lograr la comprensión de un problema tecnológico consiste en definirlo correctamente.
Parte de la identificación del problema consiste en tratar de interiorizarnos acerca de cómo se han resuelto anteriormente casos similares, consultando en diversas fuentes.
Es importante la búsqueda de antecedentes sobre el problema.
La información ocupa un lugar fundamental en esta etapa, ya que permite definirlo mejor.
Existen una gran cantidad de lugares en los que podemos encontrar información útil para los proyectos: en la biblioteca de la escuela o en bibliotecas públicas, en sitios web especializados en el tema que estemos trabajando, o en páginas de centros de investigación como por ejemplo:
INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial)
INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria)
CONICET, facultades de ingeniería, diseño industrial, etc.
Una vez recopilada toda la información, es necesario definir el problema, sus límites, su alcance o la demanda a la que debemos responder.
Para aclarar estos aspectos, centrémonos en un ejemplo:
"Hemos constatado los inconvenientes que tiene el recolector municipal cuando debe recoger las bolsas de residuos, y hemos detectado la necesidad de contener a éstas en un lugar que sea adecuado y accesible, para que pueda retirarlas con comodidad y depositarlas en el camión."
Esto es lo que denominamos la situación problemática y la formulación del problema, en sí mismo.
Hasta aquí tenemos una demanda insatisfecha. Ahora, debemos definir con mayor precisión el problema, analizando dicha demanda:
¿ cómo se realiza la tarea de recolección?
¿qué tipos de bolsas o recipientes se utilizan para los residuos?
¿cantidad...?
¿dimensiones...?
¿costos...?
¿tipo de distribución...?
La etapa del DISEÑO: la hora de la creatividad
Una vez que hemos especificado con claridad la necesidad - problema y que hemos integrado toda la información que ha sido posible, ha llegado la hora de poner a prueba nuestra creatividad.
El diseño es la parte creativa del proyecto tecnológico, porque es aquí donde imaginamos nuestra propia respuesta al problema, en base a la información recolectada y al conocimiento que tengamos sobre esa situación problemática de la realidad.
Diseñar es concebir un plan mental para realizar alguna cosa.
Se podrá tratar de un objeto totalmente nuevo, de un cambio organizacional, de una nueva configuración o de una combinación de varios de estos aspectos.
El diseño se expresa a través de dibujos, bocetos, esquemas y planos técnicos (representación gráfica).
En cada situación, el proceso de diseño constituye una actividad mental de gran potencia integradora y creativa que, en tecnología adquiere un rol central a la hora de trabajar en proyectos tecnológicos, ideando e introduciendo cambios que lleven hacia el desarrollo de las nuevas tecnologías y los nuevos escenarios del mundo futuro.
Hablemos de creatividad...
La etapa del ORGANIZACIÓN: la hora de gestionar el trabajo
Es conveniente dedicar un tiempo a pensar cómo organizar las tareas que les permitirán llevar adelante la solución seleccionada.
Existen distintas formas de organizar las tareas.
Supongamos que tenemos que fabricar el contenedor para bolsas de residuos. Podríamos hacer una lista de tareas:
1. Evaluar a los proveedores de materiales.
2. Comprar los materiales.
3. Cortar a las medidas determinadas en el diseño.
4. Realizar plegados, etc.
Esta lista la podríamos ordenar en función de los días de la semana y obtener un "diagrama de trabajo-tiempo" que se utiliza mucho en tecnología: el diagrama de Gantt.
La organización de las tareas y su representación a través de diagramas, también permite que el trabajo se efectúe de un modo más equitativo y ordenado, ya que cada una de las tareas deberá ser resuelta por los integrantes del equipo, y esto quedará consignado en las hojas de gestión y diagramas.
Averigua cómo es un diagrama de Gantt, un diagrama de Pert, y qué otros existen...
La etapa de EJECUCIÓN: la construcción de modelos
Es conveniente realizar la construcción de un modelo sólido tridimensional, para visualizar la propuesta final. Pueden ser maquetas a escala o prototipos funcionales.
Un prototipo es un producto realizado con las mismas especificaciones, procesos y utilizando los recursos tecnológicos (máquinas y herramientas) que normalmente se usarían para una producción seriada; pero en este caso, para la realización de un producto único. Su propósito es constituirse en un elemento de prueba, para verificar en él su comportamiento en cuanto al uso, resistencia, aceptación por parte de los usuarios, etc.
Siguiendo el ejemplo inicial, en esta fase, sobre la base de los planos técnicos, llevamos a cabo un prototipo de contenedor de bolsas de residuos que sometemos a condiciones de uso, tal como sucederá en la realidad.
En esta etapa es importante conocer las técnicas de construcción, como así también el empleo de máquinas, herramientas e instrumentos y las normas de seguridad para su uso.
La etapa de la EVALUACIÓN: el punto final de los proyectos
Finalmente llegamos a lo que se considera la última etapa del proyecto: la evaluación y el perfeccionamiento del proceso tecnológico encarado.
Con todos los elementos aportados por las diferentes pruebas a que se ha sometido el producto, es factible su mejoramiento y, entonces sí, el lanzamiento de la fabricación masiva o en serie.
Cuando decimos que estamos evaluando el producto, lo que hacemos, es confrontar los resultados obtenidos con el problema que hemos definido en los primeros pasos del proyecto.
En síntesis, la evaluación implica analizar el producto que diseñamos.
¿Se han cumplido las especificaciones técnicas que nos habíamos propuesto?
¿Cumple con los criterios de calidad, seguridad, ecología, estética, modularidad, etc., que habíamos previsto en nuestro diseño?
¿Los materiales son adecuados para el propósito previsto o resultaron frágiles, endebles, inadecuados, etc.?
¿Las dimensiones del diseño son las adecuadas o el prototipo nos demuestra que habría que redefinirlas?
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